Mmmmm, que poco movimiento veo por aquí. Estaba esperando ansiosamente la crónica de un fin de semana en Madrid pero parece ser que quien nos lo debería contar no está por la labor ... o no lo quiere contar ¿que pensáis? ¡Que haría que no dice ná de ná!
Es que lo que yo pueda contar es más de lo mismo ¿Dónde me quedé? ¡Buffff! Creo que hace ya demasiado tiempo ¿no? Pero aún así no hay nada nuevo bajo el sol. Sí, sí, bajo el sol, que sigue luciendo que da gusto. De hecho las plantas de mi casa han vuelto a florecer como si de pleno mayo se tratara.
Después de una semana de lo más normalita, un fin de semana largo que aproveché el jueves para ver a un@s amig@s con l@s que hacia tiempo que no estaba, el viernes para estar en casa y el sábado para salir después de ver la segunda derrota consecutiva del Sporting ¡ainss!
La noche del sábado, más de lo mismo: una sidra en la Farola porque no nos pusieron más (amenazamos con cambiar de sidrería), más en el Gigia, Lobby que estuvo bastante bien hasta que se puso a pinchar quien vosotr@s sabéis y yo me callo, un paso por el Bola (¿cerraría de esta?) y pa'l Soho. Como veis, pocas variaciones al respecto.
Y vuelta a empezar una semana más con Noviembre totalmente lanzado camino de las Navidades. No, no exagero que en las tiendas ya hay turrón y las calles y centros comerciales se empiezan a engalanar de los adornos propios de la época, que no es que a mi me disguste la Navidad (aparte de que creo que esta me tocará trabajar cual esclav@) pero es que cada vez empiezan antes y cuando llegan las fechas en sí ya estamos hasta el gorro de Papa Noel de las fiestecitas de marras y sin haberlas disfrutado.
Y por mi parte creo que nada más. Aquí estamos a la espera de esa crónica madrileña ¿no?
Ciao
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