domingo, 3 de septiembre de 2017

Relato: Columpios

Salió a la calle sin saber muy bien hacia dónde dirigir sus pasos. Lo único que sabía con seguridad era que tenía que salir de aquella casa. Sentía que se le caía el techo encima, las paredes se estrechaban y el aire estaba cada vez más viciado.
Nunca le había gustado aquel apartamento pero cuando su familia decidió mudarse de ciudad fue lo único asequible que encontró para poder quedarse. Había intentado adaptarse pero se sentía totalmente fuera de lugar tanto en la casa, que no su casa, como en aquel barrio.
De repente se dio cuenta de que sus pasos se dirigían a su antiguo vecindario. Allí sí que había sido feliz, aquel era su ambiente. Fue entonces cuando se le ocurrió. Ya estaba anocheciendo así que era probable que los niños ya se hubieran ido a sus casas. Se fue hacia el parque de su infancia y se subió a uno de los columpios. Empezó balanceándose lentamente, disfrutando de la fresca brisa en su rostro. Poco a poco fue aumentando la velocidad, cerró los ojos y disfrutó de la sensación de ingravidez.

Inesperadamente, se echó a reír a carcajadas como hacía tiempo que no se reía a la vez que se sentía relajada por primera vez desde que había abandonado aquella zona.
Se dejó ir y el columpio poco a poco fue frenando. Cuando se bajó respiró hondo y supo que estaba preparada para seguir adelante un tiempo más. Y que cuando volviera a sentirse agobiada podría ir al parque, a aquel parque donde había sido una niña feliz y sin problemas.

Texto y dibujo: Geno Mesa 10/07/2017

8 gotitas:

chema dijo...

a muchos nos gustaría columpiarnos sin que nos viera nadie, jeje. y aunque nos vean da igual, porque seguro que los demás también lo están deseando. ^_^
precioso relato! y el dibujo del columpio está genial, parece sacado de un cuento.

Geno dijo...

Lo ideal sería eso, pillar el parque vacío y darte el gusto jeje. Gracias, me alegro que te haya gustado :-D

Zelgadiss dijo...

Te columpias y te aireas la mar de bien, lo malo es que en algunos los adultos ya no cabemos bien y nos quedamos encasquetados en las caderas y el culo, jajajaja :p
Bonito relato.

Geno dijo...

Jajajaja, ya ¿eh? Hay que rebuscar para encontrar un columpio adecuado jeje Gracias :-D

Zelgadiss dijo...

Los de rueda! en esos aún entramos bien! Pero son difíciles de encontrar,son como más de columpio pueblo, jajaja. :p

Geno dijo...

jajaja sí, esos son ideales :-D

elinsurgentecalleja dijo...

Me ha encantado, bonita forma de evadirse y volver a la niñez.
Nunca dejes de vivir y sentir como un niño.
Saludos Insurgentes.

Geno dijo...

Siempre hay que disfrutar un rato del niño que aún llevamos dentro y conservarlo durante toda la vida. me parece algo muy importante :-D