La Línea y Gibraltar (II)

La visita a La Línea fue más que turística en el sentido estricto de la palabra, sentimental, por decirlo de alguna manera. Y es que Tamara nos llevó a visitar sitios de los que tanto me había hablado y que me hizo mucha ilusión conocer.

Primeramente a comer al Chiky, un bar donde comimos un pescaíto frito excelente y recibimos la visita de Dante que no quería dejar de saludarnos antes de irse a dormir la siesta.

Chanquetitos

Después, la jarra de rebujito prometida en el jardín de la casa del padre de Tamara donde tanto él como la hermana de Tammy nos acogieron con los brazos abiertos.

En el jardín

Y no podía irme de allí sin visitar la librería Sánchez de cuyo almacén y rebuscando, rebuscando, sacamos unos cuantos cómics que me traje a muy buen precio XDD.

Mis tebeos baratos, baratos

Por supuesto un paseo por la ciudad y una visita a la Plaza de la Iglesia con la estatua de las 3 Gracias y la Iglesia de la Inmaculada Concepción, templo del siglo XIX de estilo colonial.

Iglesia de la Inmaculada Concepción

Aquí la segunda visita frustrada del día ya que nos dirigimos al Museo Cruz Herrera, un famoso pintor de la zona, pero nos encontramos con que estaban de traslado asi que nos quedamos sin disfrutar de sus cuadros. Y para quitarnos el "disgusto" un paseo por la Calle Real con parada en el Café Modelo, uno de los más antiguos y representativos de la Línea. Aquí llegó el momento de la despedida pero eso sí, con el convencimiento de haber pasado una jornada maravillosa.

Me consta que nos han quedado bastantes cosas por ver en esta ciudad, unas con más detenimiento y otras por primera vez pero bueno, queda pendiente para la próxima.