domingo, 12 de junio de 2016

Recuperando Albantas: El vidrio

Revolviendo por uno de mis discos duros externos dí con el archivo de Word en el que están recogidos los relatos que escribí para Albanta. Algunos ya los he compartido en esta mi nube, pero quedan otros tantos que aún no me han convencido para sacarlos a la luz. Este que os traigo hoy fue el primero. El tema de aquella semana era "El vidrio" y con él me uní al grupo. De hecho puede decirse que es el primer relato que escribí, así en general porque aparte de alguna que otra redacción en el colegio o instituto, nunca antes me había dado por el noble arte de la escritura.

“Sobre un vidrio mojado escribí su nombre sin darme cuenta…” … ¿Cómo diablos seguía la canción? Desde que se había levantado a las 7 de la mañana esa frase martilleaba su cabeza incesantemente. Sólo esa frase. Estaba segura de que cuando dicha canción triunfaba (¿los ochenta? Ni siquiera eso recordaba) se la sabía de principio a fin pero ahora, por más que repetía y repetía la misma estrofa, no podía continuar. Había intentado preguntar a algún compañero de trabajo pero, o entonaba mal la melodía (porque la letra era la correcta, de eso estaba segura) o tenían gustos musicales muy diferentes porque nadie supo darle ni una mínima pista ¡Pero si había sido muy famosa! De camino a casa intentaba situar donde tenía sus antiguas cassettes porque no sería de extrañar que apareciera grabada en alguna de ellas y ¡por fin! podría sacar de su cabeza aquel soniquete. Pero ¡su gozo en un pozo! Por más que revolvió en todos los cajones aquella cinta no apareció… o si ¡cómo iba a saberlo si ni tan siquiera recordaba el título de la canción, ni el grupo… porque era un grupo ¿no? O acaso un solista… Y mirando en Internet… pues tampoco, ya que el único dato que tenía era esa frase y le salían miles y miles de enlaces. No tenía tiempo a mirarlos todos hasta dar con lo que buscaba ¡Bah! A la porra. Tendría que dejar de comerse la cabeza. Seguro que así le saldría la dichosa canción. Así que se dispuso a preparar algo de comer, encendió la radio y… ¡caray, no me lo puedo creer! Un golpe de suerte. El locutor se disponía a presentar una canción de Los Secretos. Sí esos eran. Ahora, solo falta que la canción… ¡Vaya! Justo esta es “sobre un vidrio mojado escribí su nombre sin darme cuenta, y mis ojos quedaron igual que ese vidrio pensando en ella”.

3 gotitas:

Estoy entre paginas dijo...

Que decirte de este grupo y este cantante, me encantaba!! Por cierto me quedo siguiendote y te invito a mi blog, un saludo y nos leemos;)
http://estoyentrepaginas.blogspot.com.es/

chema dijo...

me suena este relato, quizá estaba en el libro de relatos de albanta que me regaló ruth. está genial! y me gusta mucho esa canción de los secretos. sabía cómo continuaba la letra sin mirarlo, jeje.

Geno dijo...

Siii, sus canciones marcaron una época. Te sigo, Estoy entre páginas, me voy a visitarte :-D
Son de estas canciones que no se olvidan nunca, Chema. Pues no, en el libro no estaba pero no se, a lo mejor lo puse en alguna parte... en el blog no lo encontré pero... no se...