viernes, 23 de agosto de 2013

Rescatando relatos: El Barrio

En El Barrio todos se conocen, lo cual puede ser una ventaja o un inconveniente. Si algo bueno te pasa, como cuando al tío Jacinto le tocaron aquellas pesetillas en la lotería, todo el mundo se entera, se alegra y te felicita. Pero si te pasa algo malo, como cuando a Barbarita la dejó el hijo del boticario por aquella engreída que había venido a pasar las vacaciones, pues la noticia también corre como la pólvora y tiene que pasar un buen tiempo hasta que se deja de ser la comidilla en todos los corrillos de vecinos.
Esa era la razón por la que Antoñita quería largarse de allí en cuanto fuera posible. Para ello todos los días iba metiendo unas monedillas en un tarro de mermelada muy rococó que había encontrado en un rincón de la tienda en la que trabajaba. Cuando reuniera una cantidad aceptable se mudaría a El Barrio de Enfrente. Alguna vez había ido por conocer como sería vivir en un sitio diferente. Y le había gustado lo que vio. Allí todo era distinto. Como era más grande, había más habitantes y ya era difícil conocer a todos los vecinos por lo que cada cual iba a su bola y solo se preocupaba de su vida. Justo lo que ella necesitaba para poder salir
del armario.

Texto: Geno Mesa
Dibujo: de la red

13 gotitas:

Zelgadiss dijo...

Jejejeje, es una buena razón para irse. :-p

Ains, los barrios y los pueblos pequeños, cuanto cotilleo.

Geno dijo...

Ufff, en mi calle "antiguamente" había gente que sabía más de la vida del resto que de la suya propia jajajajja

chema dijo...

no me gustaría vivir en un sitio donde todo el mundo se conociera. a mí que me agobia incluso cruzarme con vecinos que van con ganas de palique...
estupendo relato, una vez más! :)

Candela. dijo...

El anonimato callejero es lo mejor, sí señor!!

Shirat dijo...

Qué bueno el final, no me lo esperaba.

La cuestión es si en su nuevo barrio la gente era menos cotilla. Mmmm... Como decimos por aquí: en todas partes cuecen habas, y en algunas a calderadas!

Sigue recuperando relatos!

anele dijo...

Cuántas Antoñitas habrá con ese problema! Los que vivimos en grandes ciudades no somos conscientes de las dificultades que tienen en pequeños pueblos y en barrios donde se sabe todo de todos...

Geno dijo...

Me alegro que os haya gustado.
En mi caso no es ni barrio, mi calle es pequeñita y en los 70 y 80 tenía la típica tienda de ultramarinos, panadería, carnicería... vamos, centros de "cocimiento" de cotilleos. Ahora la cosa ha cambiado y se vive mucho mejor jajajjaja

Mercedes dijo...

Es un precioso relato. Coincido en que debe haber mucha gente así en esos barrios donde todo el mundo se conoce. Tienen su encanto, por cierto. Yo he vivido de pequeña en uno de ellos durante muchos años. Pero a veces también es bueno pasar desapercibido y suele ocurrir cuando ya tienes una edad y pasas de que lleven la cuenta de tu vida. Ahora vivo en un pueblo así y me cansa muchooooooo, jajajaja... Bien escrito, si señor.

Inma dijo...

Me haces pensar si prefiero una cosa u otra. Supongo que un sitio mediano en el que puedas pasar desapercibida pero que no esté excesivamente deshumanizado...aunque yo no necesito salir del armario :P

Bertha dijo...

JAJAJ muy bueno, muy bueno...

Geno dijo...

Me alegro que os guste.
Merchi, Inma, creo que lo mejor es un sitio donde conozcas a cierta gente que quieras conocer y ya está. No creo que sea bueno que camines por tu calle y nadie sepa quien eres pero tampoco que no puedas ni meterte el dedo en la nariz porque se va a enterar todo el mundo jajajjaja
Gracias, Bertha :-D

Cloti Montes dijo...

Pues yo estoy con los de pueblo, me siento más arropada que espiada y sin necesitar meterme en las intimidades de mis vecinos, me agrada conocerlos.
Y tú sigues escribiendo muy bien, me gusta.
Bsssssss
Cloti

Geno dijo...

Ah bueno, Cloti, es que será según qué pueblo, si en el tuyo arropan pero no espian ni cotillean mola, el "problema" es el otro jajajajja ¡Gracias!