Y aunque creí que nunca más....

Nos enteramos de la fecha aproximadamente un mes antes del concierto y no perdimos tiempo en agenciarnos las entradas. Y menos mal porque en pocos días se habían agotado. Es cierto que el local no es muy grande pero no lo es menos que donde va, arrasa. Incluso se barajó la posibilidad de una nueva fecha dos días después pero algún problema en la sala lo hizo imposible.

Se presentaba como una gira acústica e incluso las canciones con más marcha sonaron estupendo... o que todo lo que él hace nos parece estupendo, que también puede ser.

La visibilidad no fue todo lo buena que nos hubiera gustado: el escenario está bastante bajo, ni él ni nosotras medimos dos metros y se pasó todo el concierto sentado al piano. Pero disfrutamos desde la primera nota a la última.

Momentos aún más especiales que todo el evento en sí, hubo muchos, esas canciones favoritas, esas frases que entresacamos y hacemos un poco nuestras, pero me quedo con el rato dedicado a Los Piratas, en especial "Promesas que no valen nada" unida al "Insurrección" de El Último de la Fila y "M". Son estos temas en los que es el público el que lleva la voz cantante unido en un coro que deja en segundo plano al artista. O mejor, une a los dos en un mismo plano más que nunca. Aquí el momento (con "bronca" incluida, jejejej)

Pocas piezas de sus tres discos les quedaron por tocar, en mi opinión y para mi gusto, las "prescindibles" (si es que hay alguna...). Vamos, que si hubiera hecho yo la lista, no me hubiera salido mejor.

Ha pasado una semana y ya estamos deseando que Iván Ferreiro vuelva a deleitarnos de nuevo con sus temas. De hecho ¿a quién quiero engañar? Ya lo deseábamos al finalizar la actuación del jueves...