domingo, 6 de enero de 2008

Ya vienen los Reyes, con el aguinaldo ...

Hay momentos en la vida en los que te das cuenta de que has crecido y este es uno de ellos: la noche de Reyes. Recuerdo hace años ... bastantes años, ejem, que sí era una noche mágica, incluso después de "saber la verdad" (primera señal de que estás creciendo) El día se hacía eternamente largo y la noche aún más. Yo me ponía muy nervios@ aunque intentaba disimularlo, como si no me importara, jejejeje. Apenas dormía y solo a intervalos cortos. Miraba el reloj constantemente y parecía que no se movía (¿De verdad esa noche el tiempo no es más lento?) A mi, que nunca me ha gustado madrugar (y sigue sin gustarme) ese día no me aguantaba en la cama. Creo que fuí un niñ@ con suerte puesto que siempre me trajeron lo que pedí (o un niñ@ superbuen@, que también puede ser, jejeje)
En mi casa nunca se ha puesto el árbol. Somos más de nacimiento, con todas sus figuritas, su rio de papel de aluminio y el desierto de arena. Así que mis regalos de Reyes no aparecían bajo el árbol sino a los pies de mi cama. Con la de veces que me despertaba a lo largo de esa noche ¿cómo puede ser posible que nunca los pillara in fraganti? Pues no. Una de las veces que despertaba no estaban y a la siguiente ¡sorpresa! allí aparecían.
Ahora ya no me desvelo. Duermo la noche de un tirón pero sigo sintiendo una emoción especial al desenvolver los paquetes y al ver a mi familia desenvolver los suyos, siempre con la duda de ¿les gustará lo que les han traido? Los Reyes Magos siguen portándose bien conmigo (o, insisto, sigo siendo superbuen@ jejeje) y esta mañana al abrir mis regalos tenía lo que había pedido e incluso una gran sorpresa: cuatro libros de Los Hollister que, junto con los dos que me enviaron por el Gran Sorteo Estheriano, hacen que mi colección sea un poco más amplia y vuelvo a concebir esperanzas de acabarla algún día, cosa que había dado por imposible.
Y
vosotr@s ¿habeis sido buen@s? ¿Os ha traido muchos regalos?