La única preocupación de Alanis en aquella noche de Halloween era como escapar de su padre para poder asistir a la fiesta con su novio.
La de Johnny, su padre, era como huir tras haber recibido una misteriosa carta que le deja bastante consternado.
Lo que no sabe la muchacha es que, una vez que salga por la ventana de su habitación se verá envuelta en una serie de aventuras con vampiros, demonios y extraños personajes que por una razón que ella desconoce quieren secuestrarla.
Encuentra refugio en la Catedral de Salisbury con los Redento y una especie de ángel de la guarda llamado Kaliel, pero el afán de Alanis por encontrar a su padre y enterarse de todo lo que ha pasado la llevarán a enfrentarse a misteriosos y desconocidos enemigos y a descubrir en ella misma poderes que no sabía que tenía.
Es una historia intrigante, misteriosa y con giros inesperados y grandes personajes. Eso sí, el final me pilló un poco de sorpresa y no su resolución en sí, sino el hecho de que terminara. Fue algo así como "¿Ya? ¿Se acabó? ¡Quiero más!".
Puntuación: 4/5
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