Sinopsis: Imaginad a una chica de dieciséis años, embarazada y vulnerable, a quien acaban de arrancar de la tranquilidad de su hogar para arrojarla dentro de una furgoneta destartalada. Raptada… Sola… Aterrorizada.
Ahora, olvidaos de ella.
Imaginad en cambio a una prodigiosa manipuladora de dieciséis años que, desde los primeros instantes de su secuestro, se centra, con tanta serenidad como determinación, en dos cosas: salvar al niño que lleva en su seno y vengarse.
Metódica y calculadora, pone a punto un plan organizado de manera casi científica en el que nada está librado al azar. Su férrea voluntad y su ingenio serán sus mejores armas contra la brutalidad de sus raptores, y lo único que le falta por hacer es esperar el momento ideal para lanzar su ataque.
Mi opinión: Interesante, impactante y sorprendente aunque el final se me hizo un tanto largo...
No se si recordáis aquellos posts que hice sobre el libro Destroza este diario. Por si acaso aquí os dejo el enlace para que refresquéis la memoria. Esta ultima entrada es para mostraros que no solo de dibujos y manualidades se nutre el libro, también hay lugar para la escritura. En una de sus páginas nos pide que describamos con todo detalle algo aburrido. Aquí os dejo mi aportación ¿Creéis que lo he conseguido?
Llegué cinco minutos antes de la hora. Nunca suelen adelantarse pero seguro que el día que llegue tarde, es el día que pasa.
Me senté en de uno de los bancos. Miré el reloj, Aún faltaban cuatro minutos y medio para mi hora.
Saqué el móvil. Fui abriendo una por una mis aplicaciones, consultando mis muros y perfiles. Nada nuevo. Guardé el dispositivo.
Tres minutos y medio para mi hora ¿He mirado Facebook, Twitter e Instagram en solo un minuto? Vaya...
Volví a mirar el reloj, ese reloj colgado en la pared y que muy hábil y equivocadamente había dejado frente a mi.
Aquellas agujas parecían no moverse como lo parecía todo en aquella sala.
Tres minutos. Quizá el tiempo no se había detenido pero sí ralentizado. En mal momento decidí no meter un libro en el bolso pero pensé que para cinco minutos no merecería la pena. Claro que nunca creí que cinco minutos pudieran durar cinco horas.
Dos minutos. Parece que vamos avanzando.
Tic-tac, tic-tac. Era lo que me faltaba, escuchar el avance de las agujas del reloj para darme cuenta de que no avanzaba nada.
Un minuto más. A estas alturas creo que ya me sabía de memoria todos los carteles que me rodeaban y había perdido la cuenta de las veces que abrí mi Facebook para nada.
Por fin llegó la hora y tuve la suerte de que fueron puntuales. Otros cinco minutos más así y no lo soportaría.
Sinopsis: Una noche de ópera, Soledad contrata a un gigoló para que la acompañe a la función y así poder dar celos a un examante. Pero un suceso violento e imprevisto lo complica todo y marca el inicio de una relación inquietante, volcánica y tal vez peligrosa. Ella tiene sesenta años; el gigoló, treinta y dos.
Mi opinión: Me ha gustado pero tanta historia adicional me despistaba de la central. Que es todo muy interesante lo que cuenta pero me hacía perder un poco la estela de la trama de Adam y Soledad.
Recuerdo haber alquilado la película en el vídeo-club porque salía Ralph Macchio y a mi Ralph Macchio me tenía loca desde que le vi en el cine protagonizando Karate Kid.
Recuerdo haberla visto de nuevo al día siguiente porque mi amiga Natalia la quería ver (lo mismo que yo, pero ella con Rob Lowe) y también porque no me dí cuenta de que salía Tom Cruise hasta que ví su nombre en los créditos finales ¿Cómo era posible que se me hubiera pasado desapercibido? No, no, era obligatorio otro visionado para fijarme en él.
Mi intuición me dice que aún hubo una tercera vez, quizá aprisa y corriendo o un trocito ahora y otro en un rato, apurando hasta el último minuto antes de que se cumpliera el plazo de devolución de la película.
Las tres veces me enterneció, me hizo llorar e incluso reír, a pesar de haber sido tan seguidas.
Después me hice con el libro que me gustó tanto o más que el largometraje. Fue poco después que se lo presté a alguien ¡que nunca me lo devolvió! Seas quien seas no sabes cuanto te odio por haberte quedado uno de mis libros favoritos, la joya de mi estantería.
Hace unos días entré en Re-Read, la librería de segunda mano cercana a mi casa y allí estaba, para mi. No es la misma edición que yo tenía pero me sirve.
Mi ejemplar pertenecía a una colección de Círculo de Lectores (sí, inmundo ladronzuel@, también dejaste coja mi colección) llamada Onda Joven.
Y diréis que porqué no me había hecho con un nuevo ejemplar hace años ya... Pues no lo se, puede que no acabara de aceptar que me habían "robado" el mio, quizá pensaba que la persona que lo tiene en su casa de repente pensaría "Caray, si este libro no es mío, voy a devolverlo a su legítima dueña"... no se... De momento y mientras ese milagro que espero no se produce (ya, ni lo hará, lo se, soy consciente) volveré a leer este maravillosa historia, a disfrutar de las aventuras de Johnny, Ponyboy, Sodapop... lo que me llevará, seguramente a ver de nuevo la película.
" Cuando salí a la brillante luz del sol desde la oscuridad del cine tenía sólo dos cosas en al cabeza: Paul Newman y volver a casa"
Sinopsis: «Si encontráis este libro, por favor, leedlo. Querría que alguien supiera la historia de los Goldman-de-Baltimore.»
Hasta que tuvo lugar el Drama existían dos ramas de la familia Goldman: los Goldman de Baltimore y los Goldman de Montclair. Los Montclair, de los que forma parte Marcus Goldman, autor de La verdad sobre el caso Harry Quebert, es una familia de clase media que vive en una pequeña casa en el estado de Nueva Jersey. Los Baltimore, prósperos y a los que la suerte siempre ha sonreído, habitan una lujosa mansión en un barrio de la alta sociedad de Baltimore.
Ocho años después del Drama, Marcus Goldman pone el pasado bajo la lupa en busca de la verdad sobre el ocaso de la familia. Entre los recuerdos de su juventud revive la fascinación que sintió desde niño por los Baltimore, que encarnaban la América patricia con sus vacaciones en Miami y en los Hamptons y sus colegios elitistas. Con el paso de los años la brillante pátina de los Baltimore se desvanece al tiempo que el drama se va perfilando. Hasta el día en el que todo cambia para siempre.
Mi opinión: Genial, me ha gustado muchísimo, incluso más que el anterior que ya me había encantado. Mantiene la intriga desde el principio, no deja que el lector pierda el interés en la historia ni un solo momento.
Salió
a la calle sin saber muy bien hacia dónde dirigir sus pasos. Lo único que sabía
con seguridad era que tenía que salir de aquella casa. Sentía que se le caía el
techo encima, las paredes se estrechaban
y el aire estaba cada vez más viciado.
Nunca
le había gustado aquel apartamento pero cuando su familia decidió mudarse de
ciudad fue lo único asequible que encontró para poder quedarse. Había intentado
adaptarse pero se sentía totalmente fuera de lugar tanto en la casa, que no su
casa, como en aquel barrio.
De repente
se dio cuenta de que sus pasos se dirigían a su antiguo vecindario. Allí sí que
había sido feliz, aquel era su ambiente. Fue entonces cuando se le ocurrió. Ya
estaba anocheciendo así que era probable que los niños ya se hubieran ido a sus
casas. Se fue hacia el parque de su infancia y se subió a uno de los columpios.
Empezó balanceándose lentamente, disfrutando de la fresca brisa en su rostro. Poco
a poco fue aumentando la velocidad, cerró los ojos y disfrutó de la sensación
de ingravidez.
Inesperadamente,
se echó a reír a carcajadas como hacía tiempo que no se reía a la vez que se
sentía relajada por primera vez desde que había abandonado aquella zona.
Se dejó
ir y el columpio poco a poco fue frenando. Cuando se bajó respiró hondo y supo
que estaba preparada para seguir adelante un tiempo más. Y que cuando volviera a
sentirse agobiada podría ir al parque, a aquel parque donde había sido una niña
feliz y sin problemas.
