Leyendo junt@s febrero

Pues en principio parecía que febrero prometía. Me apunté a dos lecturas no demasiado largas y que pensaba que me iban a tener tan atrapada que me durarían un suspiro... y no fue tanto...

Empecé con El juego de Ripper, el último de Isabel Allende.
Su argumento parecía ser más atrayente de lo que luego resultó el libro y es que a pesar de tener momentos que enganchan sin remedio tiene otros que lo hacen menos llevadero y un tanto aburrido.
Amanda es una muchacha que participa en Ripper, un grupo de juegos de rol online que en esta ocasión se meten a intentar resolver crímenes reales. Para ello cuenta con la ayuda, además de los participantes del grupo, con su abuelo y su padre, jefe de policía. Aunque en un principio parecen hechos aislados, la chica insiste en decir que son producto de un asesino en serie. Con el avance de los capítulos terminarán por verse envueltos en la investigación su madre, los pacientes de su clínica, sus vecinos... para terminar en una bastante sorprendente resolución.
Después cogí con mucha ilusión La librería encantada, quizás recordando el buen sabor de boca que La librería ambulante, su primera parte, me había dejado. Pero como dice el refrán, segundas partes nunca fueron buenas y en esta ocasión algo de él se cumple porque como poco no es tan buena como la anterior. 
En la nueva historia los Mifflin han aparcado su Parnassus y han abierto un local en Brooklyn que hará las delicias de todo aquel aficionado a la lectura que se acerque por allí. Las extrañas apariciones y desapariciones de un libro pondrán el toque de misterio a esta nueva aventura.
En resumen, un mes un tanto flojo...