Como cada día Pedro acompañó a sus amigos
hasta su casa al término de las clases. Se despidió de ellos hasta el día
siguiente pero no continuó su camino. Tenía un secreto. Pedro rodeó la mansión
en la que vivían sus compañeros y, como hacía todas las tardes, se asomó
disimuladamente por una pequeña ventana que daba al gran comedor de la casa.
Allí veía como Andrés y Marcos se reunían con sus padres y merendaban todos
juntos.
“Mis padres nunca están en casa para
recibirme cuando llego del "cole" – pensaba Pedro tristemente.
En cierto modo envidiaba a sus amigos no
solo por lo que poseían: aquella gran casa con un enorme jardín, piscina y
animales por doquier. También les envidiaba que pasaran tanto tiempo con sus
padres. No sabía muy bien si trabajaban en casa o no necesitaban trabajar, la
cuestión es que siempre estaban allí. Los de Pedro eran más humildes y tenían
que trabajar muchas horas para poder costear el colegio privado al que le
enviaban. Sabían que era un niño muy listo y que, gracias a su sacrificio, en
un futuro tendría una vida mejor. Él lo entendía pero le hubiera gustado pasar
más tiempo con ellos.
“Esto es muy distinto a lo que yo veo desde
mi ventana” – pensó Pedro.
Entonces empezó a apreciar aún más el poco
tiempo que pasaba con sus padres. Si aumentar ese tiempo significaba que no le
tuvieran en cuenta, se quedaba como estaba. Cuando sus padres llegaban a casa
lo inundaban de besos y abrazos y, mientras cenaban los tres juntos, se
contaban cómo les había ido el día y si Pedro tenía alguna duda con las tareas,
intentaban ayudarle. Andrés y Marcos no disfrutaban de eso. Aunque sus padres
estuviesen a su lado, ellos merendaban y cenaban solos, hacían su tarea solos y
nadie les preguntaba cómo les había ido el día. Ni siquiera recibían un beso de
bienvenida.
“Y pensar que yo les envidiaba” – se decía
Pedro
A partir del día en que sus amigos le
invitaron a merendar, nunca más volvió a espiar tras aquella ventana.
Geno Mesa
10 gotitas:
muy bonito cuento, geno. no lo había leído antes, porque me acordaría. está muy bien el mensaje, a veces las apariencias engañan. y qué chula la ilustración de tu hermana!
Me ha gustado mucho. Hay mas?
Voy a ver...
Besicos
Este cuento sería muy consolador para muchos niños! Precioso Geno
Me alegro que os guste y muchas gracias. Lo escribí hace tiempo y aún me quedan un montón sin publicar en el blog asi que ire poniéndolos.
momentoparapensar, sí hay más, solo sigue la etiqueta de "relato" XDD Espero que te gusten también
Ohhhh!!!
Sabes eso que dicen de que: "la hierba siempre parece más verde del otro lado de la valla". Esto sería un claro ejemplo, y generalmente no suele ser cierto. ^_^U
Ahi tienes razón, eso de que "las apariencias engañan" es más cierto de lo que creemos
OH que bonito...moraleja: no creas todo lo que ves, pues siempre ahy otra version de lo que uno ve?
Muy acertada tu moraleja, Bertha. Gracias!
Geno!!!!!! Que me gusta cómo escribes y qué poco te prodigas, oño!!
Bssss
Cloti
¡¡Gracias Cloti!! La verdad es que hace tiempo que no escribo nada pero tengo mucho guardado esperando salir a la luz XDD
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