Tonteando con el patchwork

Todo empezó el día que llegó mi hermana diciendo, muy cuca ella, que me traía un regalo bajo promesa de que tenía que hacerlo. Un poco con la boca pequeña, dije que "por supuesto" y me puso esto en las manos:

Ya sabeis que todo lo relacionado con el mundo nipón me encanta... y claro, mi hermana también lo sabe y vió en este kit la oportunidad de "obligarme" a hacer patchwork. Me costó decidirme a "meterle mano" a la labor y lo disculpaba porque aún no había decidido en que soporte colocarla. Cuando decídí que en una camiseta, empezó la busqueda incansable de esta y una vez localizada, se me acabaron las excusas así que me puse al corte. Solo hay que pasar las piezas del patrón al papel termoadhesivo de doble cara, pegarlo en las telas correspondientes y recortar:

El paso siguiente fue ensamblar piezas y pegarlas con el método del planchado al soporte. Aunque en un principio buscaba una camiseta blanca, al ver esta en amarillo pensé que podría combinar bien y creo que no me equivoque ¿no?:

Y para que quedara bien sujeta y un tanto más bonita, hubo que coserla a punto festón, cosa que creí que iba a dar más trabajo del que realmente fue:

Hecho todo esto, unos últimos retoques como son el pintado de los ojos, la boquita de piñón y algún que otro detalle y ¡tachán! ¡Obra terminada!

¿Qué tal me queda?