Para darle un toque navideño al foro de Trini Tinturé se propuso un concurso de relatos que se basaran en este tema. Esta fue mi participacion:
Por fin había llegado, pensaba
Iván, su día favorito de todo el año: Nochebuena. A pesar de su corta edad
conocía el ritual que dominaba aquella fecha a la perfección: la reunión
familiar, la gran cena, los regalos. A media tarde llegarían los abuelos y papá,
que salía antes del trabajo. Entonces papá y el abuelo sacaban a mamá de la
cocina y se disponían a terminar los suculentos platos de la cena. Mientras
tanto, él junto con la abuela y mamá llenaban el árbol de adornos, unos nuevos y
relucientes y otros más estropeados pero que eran los que más le gustaban puesto
que la abuela siempre tenía una historia que contar sobre ellos, no en vano, la
habían acompañado a lo largo de casi toda su existencia.

Cuando menos cuenta
se daba, los cocineros anunciaban que la cena estaba lista y él colaboraba a
poner la mesa. Pero no una mesa como la de todos los días. Para esta ocasión
mamá sacaba un mantel y unas servilletas preciosas y la abuela siempre traía un
centro de flores para decorarla. Después risas, charlas y comer hasta hartarse
para terminar llegando a los postres que era la parte de la cena que más le
gustaba a Iván.

Y con la barriga bien llena, la abuela se
sentaba al piano y con melodiosa voz, entonaba villancicos que la familia
acababa coreando emocionada. A Iván empezaban a cerrársele los ojos pero sabía
que tenía que aguantar un poquito más puesto que a las doce de la noche
empezarían con el reparto de regalos que Papá Noel había dejado bajo el árbol
mientras ellos cenaban y se divertían. Caras de sorpresa, alegría y emoción
repartiendo y abriendo paquetes.

Tras tanta emoción, Iván se dormía con una
sonrisa que permanecería en su cara a lo largo de toda la noche.
Texto: Geno Mesa
Imagenes: Tomadas de la red