Como todos los años, en el foro de Esther se organizó el concurso de relatos del día de los Enamorados. Bueno, para ser más exactos lo organicé yo como vencedora de la edición del año pasado.
En esta ocasión y a raíz de un párrafo igual para tod@s, cada participante debería desarrollar una historia de aproximadamente folio o folio y medio. Y aprovechando que os presento mi aportación (en negrita el trozo común) agradezco a tod@s l@s participantes las suyas que eran a cada cual mejor, basta ver que hubo un empate en el primer puesto. Sin más, mi relato:
Esther se miró en el espejo por enésima vez. Revisó su peinado, maquillaje, vestido (definitivamente aquel color le favorecía un montón), zapatos… Comprobó el interior de su bolso. Quería llevar todo lo que pudiera necesitar, no quería que nada le estropease su cita, su ansiada cita. Tanto tiempo esperando y por fin había llegado el día ¡y en San Valentín nada menos! Oyó como sonaba el timbre de la puerta, los pasos de su madre que se dirigían a ella y como giraba el pomo:
- ¡Estheeeerrr! ¿Estás lista? Vienen a recogerte
- ¡Ya voy, mamá!
Y echando un último vistazo al espejo, salió de la habitación.
Allí estaba él, tan elegante con su traje y su corbata. Ella sabía que no era el atuendo en el que más cómodo se podía sentir pero cualquiera lo diría mirando la soltura con la que lo lucía.
Había conocido a David en la Universidad, mientras intentaba sacarse a Juanito de la cabeza por enésima vez a lo largo de su vida. Se habían caído muy bien y tras unas cuantas charlas por el campus el momento esperado había llegado: él la había invitado a salir, sí, una cita, como si fueran pareja… pero ¡en que estaba pensando! ¡¡ERAN una pareja!!
Esther se sentía bien consigo misma. Por creía que primera vez había dejado a su gran amor aparcado en un rincón y lo único que le importaba era pasar una velada de lo más agradable con David. No le importaba dónde estuviera Juanito ni con quién y esta vez era de verdad, no aquella especie de autoengaño con el que llevaba intentando consolarse tantos años.
Estaba segura de que su chico la llevaría a un buen restaurante y puede que quizá tras la cena fueran a bailar a algún local de moda.
- Hmmmm – pensaba Esther – no estaría mal encontrarme por ahí con la bruja de Doreen para que se le retorcieran las entrañas viendo a mi atractivo acompañante aunque… ¿y si va con Juanito?... espera… no me importa… ¡no me importa!
Y con ese pensamiento que puso en su boca la más hermosa de las sonrisas, se reunió con su cita en la puerta de la casa.
La velada tuvo más de lo que ella podía haber imaginado. David era todo un caballero y como tal se comportó en todo momento. La cena fue exquisita pero lo mejor de todo fue bailar aquellas baladas románticas con sus brazos rodeando su cintura y con la cabeza apoyada en su hombro.
En un momento de la noche creyó ver a Juanito allí, a lo lejos pero… estaba tan feliz que no se preocupó de cerciorarse de si era él o no. Solo le importaba David, nada más que David y David…estaba con ella…
¿Queréis saber qué más pasó? Ejem… eso queda entre Esther y su diario…
Geno Mesa
7 gotitas:
jajaajajajaja Yo quiero saber qué más pasó!! ;-P
Muy chulo! Joer, aquí escribís todas muy bien!!! Me ha gustado mucho!!
¡Cotilla! jajajjaja (Si alguna vez le echo un ojo al diario de Esther, ya te cuento XDDD)¡Gracias, guapa!
Muy chulo, todos los relatos han sido GENIALES.
Y nos dejas en lo mejor, desde luego que poca vergüenza...
;-P
Gracias, Bertha!
Zelgadiss, no es culpa mia, fue Esther que no me contó más :-P
muy bonito relato, geno, este año el nivel ha sido muy alto.
y te iba a decir lo mismo que ya te han dicho: este relato merece una continuación, tienes que convencer a esther para que te deje mirar ese capítulo de su diario, aunque sólo sea un poquito así... ;)
por cierto, que en tomo 15 de esther hay una viñeta de esther en primer plano escribiendo en su diario que es preciosa, para enmarcarla.
Huy Chema, no se, ya sabes que Esther es muy suya con su diario... Me imaginaba la imagen que decías y he ido a comprobarlo, sí que es preciosa.
Ah y gracias!
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