En un
segundo el cielo se teñiría de un tono anaranjado muy intenso. A lo lejos
aparecería un punto de un rojo muy brillante que cegaría a todo aquel que osara
mirarlo de frente. No tardarían en darse cuenta de que aquel punto diminuto
crecía en tamaño a la velocidad vertiginosa a la que se acercaba a la Tierra. Sin
dar apenas tiempo para reaccionar, aquella bola de fuego impactaría contra el
planeta azul haciéndolo estallar en llamas.
Así se
imaginaba ella el fin del mundo. Cuando la tarde se despedía para dar paso a la
noche tiñendo el cielo de naranja, mientras todos a su alrededor disparaban
fotos inmortalizando el momento, ella escrutaba cada palmo en busca del punto
rojo que terminaría con todo.
No es
que quisiera que todo acabase. Era feliz, su vida le gustaba y disfrutaba
cuanto podía. Y si aquello que tanto anunciaban a todas horas y por todos los
medios con el titular de “El fin del mundo se acerca” era cierto, también quería
disfrutarlo. No pensaba perderse ni uno solo de los segundos que durara aquel
fenómeno.
Texto y dibujo: Geno Mesa 11-4-2017
4 gotitas:
me encanta este relato. me recuerda a la aventura 'la estrella misteriosa' de tintín, que trata sobre un meteorito que iba a impactar sobre la tierra, aunque al final no sucedía a sí. y el dibujo del meteorito en llamas te ha quedado muy chulo! ;)
¡Gracias, Chema! Pues esa es una de las historias de Tintín que aún no he leído
Joer, que mal cuerpo me has dejao.... -_-U
Vaya, Zel, lo siento, pero un tema como "el fin del mundo" no da pa muchas alegrías creo... :-D
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