Los protagonistas son dos hermanos gemelos de trece años y cada capítulo está narrado por uno de ellos. Kassandra, familiarmente llamada Sanny, es de la opinión de que el amor no existe y que todas esas historias de enamoramientos y romances están sobrevaloradas y seguramente sean un producto de marketing. Aún asi un día decide que debe probarlo y empieza a intentar enmorarse de un compañero de instituto.
Su hermano Konny es todo lo contrario. Ama al amor y está constantemente enamorado. Quizá debido a esto y a su afán por coquetear con toda chica viviente es por lo que la que verdaderamente le gusta no le hace caso.
Por otra parte, sus padres intercambian sus papeles puesto que el progenitor opina que el trabajo de ama de casa es un chollo lo cual tendrá el domicilio familiar sumido en un tremendo caos en el que ayudará gustosamente Konny, el pequeño de la familia (no, no me he equivocado de nombre, ambos hermanos tienen el mismo diminutivo) y Karl, su perro.
Es un libro juvenil entretenido, fácil de leer y divertido.