Los Goonies de James Kahn

Los Goonies es una película que se estrenó allá por el año 1985, cuando el cine era mucho más asequible y nos podíamos permitir el lujo de ir casi todas las semanas. Recuerdo haber salido de la sala con la sensación de haber recorrido aquellas cuevas y subido en aquel barco pirata junto a los protagonistas.

Y es que los susodichos Goonies son un grupo de chicos que, a punto de ser desahuciados de sus casas, encuentran un mapa del tesoro en el desván de la casa de Mikey y Brand. Convencidos de que no tienen nada que perder pero sí mucho que ganar, deciden ir en la búsqueda de las riquezas de Willy el Tuerto junto con sus amigos Data, Bocazas y Gordi, a los que más tarde se unirán dos chicas: Andy y Stef.

La misión no será sencilla puesto que a las trampas que deben sortear, colocadas por el pirata, deben unir el evitar que los Fratelli, familia de delincuentes, los atrape para quedarse con el botín.

He perdido la cuenta de las veces que he visto esta película, la última hace unas semanas, y siempre la disfruto casi como la primera vez. Me hace reír, me emociona y sigo viviendo la aventura de los Goonies como si yo estuviera con ellos. Por eso, cuando descubrí por bookstagram que el pasado 14 de mayo se había publicado la adaptación del film a novela no puede retrasar mucho el momento de hacerme con ella.

El argumento es básicamente el mismo aunque añade algunos detalles e incluso alguna escena completa pero no toca la esencia de la historia de los '80. Es un tesorito que todo fan de la película debería ya no solo leer, sino tener en su estantería.

Está narrado en primera persona dejando a Mikey todo el protagonismo salvo en el capítulo en que disfrutamos de las aventuras de Gordi.

Puntuación: 5/5