Miró
disimuladamente por una rendija de la cortina que cubría la ventana del salón.
No podía evitarlo. Aquellas figuras de enanos que poblaban el jardín de su
vecina de enfrente ejercían sobre ella una poderosa fascinación a la par que un
terror insoportable. Más de una noche había despertado empapada en sudor tras
una pesadilla en la que esos malditos enanos eran los protagonistas.
Así
que había tomado una determinación. Aún no sabía cuándo ni cómo pero se
libraría de aquellas pequeñas estatuas que tanto la atormentaban. Sería la
única forma de recuperar su vida. Por su culpa apenas dormía y si no descansaba
no rendía en su día a día ¡Acabarían despidiéndola!
Debería
ir con cuidado, no era la primera vez que la vecina la pillaba observando
atentamente su jardín. Si empezara a sospechar que algo pasa todo podría irse
al traste ¿Qué podría hacer? ¿Robarlos amparada en la oscuridad de la noche?
¿Darles unas monedas a los gamberros del barrio para que los destrozasen a
pedradas?... ¿Poner una bomba en el jardín?..
Texto y dibujos: Geno Mesa 15-02-2016.
7 gotitas:
sí, esos enanos de jardín, da un poco de miedo que por la noche cobren vida o algo, jeje. robarlos y venderlos puede ser un buen negocio. genial el relato y los dibujos!!
Los hay muy monos pero otros son cuanto menos, inquietantes ¡Gracias!
Qué bueno. La verdad es que esos enanitos a veces tienen una cara de mosqueo que no sabes si están pensando en matarte o algo peor, jajajaja.. Muy bien escrito, Geno, Tienes mucha imaginación. Y los dibujos geniales. Besitos, guapa.
¡Gracias, Merchi! Besos
JAJAJAJAJAJA, qué paranoia!!!
Está divertido.
Manía persecutoria o algo jejejej ¡Gracias, Zel!
A mi los enanos de jardín me dan un poquito de repelús. Creo que la prota de la historia optó por la solución más radical; sólo espero que ningún ser humano o animalito sufriera daños ;)
Bss!
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