viernes, 25 de abril de 2008

Es una lata, el trabajar ...

Sí, cierto, es una lata, pero creo que empiezo a necesitarlo y no solo por un notable descenso en mi cuenta corriente, cosa lógica por otra parte, si sacas y no ingresas las cuentas bajan, nunca suben, sino porque va a acabar costándome la salud. Hoy será el tercer día esta semana que quede con alguien para tomar "algo", algo que irremediablemente, no se exactamente porqué razón, se acaba convirtiendo en sidra. Además de la cita obligada de todos los martes, he repetido el jueves y algún tipo de necesidad repentina (no se si de desahogo o del preciado zumo de manzana) hace que hoy acompañe a un@ amig@ en mi tercer día de peregrinar por esas sidrerías de la ciudad. Y aunque dicen que no hay dos sin tres, en mi caso serán tres sin cuatro, porque mañana es sábado, sabadete.
Todas las mañanas conecto este aparato a ver si algún alma caritativa se apiada de mi curriculum y solicita mis servicios como trabajador@, pero nada. Del teléfono, mejor no hablar porque permanece mudo, salvo (¡por suerte, jejejej!) para mis citas sidriles.
Después de todo no está mal esta vida de relajo relativo. Aparte de las consabidas labores del hogar, trabajo duro donde los haya (l@s am@s de casa me entenderán), me queda tiempo para muchas otras labores. Acabo de hacerme administrador@ adjunt@ de un foro dedicado a una de las dibujantas (es mujer, se puede llamar así ¿no?) más famosas de nuestro país y además me he enganchado al blog de la hija de una forera estheriana, ideal para los que piensen que House y esas series de médicos que salen por la tele no son reales. Así que, por ocupación estoy bastante ocupad@. Lástima que no me reporte beneficio económico alguno. De todas maneras, si me administro bien puede que aún pueda aguantar algún tiempo más con este método de vida que, insisto, no está tan mal.
Ciao