Ya de pequeño Linus Daff se inventa una historia sobre un padre del que nunca supo nada y de quien su madre se negó a revelarle la identidad hasta su lecho de muerte. Pero no es hasta una edad más madura, cuando inventa una excusa para que un amigo le cuente a su esposa sobre una salida nocturna, que se da cuenta de la facilidad que tiene para ello y de lo prolífica que es su inventiva, lo que le llevará a hacer de esto su profesión.
A partir de este momento y gracias al boca a boca, hasta él irán llegando diferentes personajes que querrán crearse un pasado diferente, bien sea para maquillarlo un poco, para presumir de una vida totalmente distinta o justificar una gran fortuna.
Siguiendo la vida de "El inventor de historias" de Marta Rivera de la Cruz, pasearemos por el Londres victoriano, viajaremos a New York a bordo del Titanic para terminar las andanzas en Galicia tras un más breve de lo que él hubiera querido paso por La Habana. Junto a él y entre otros, su gran amigo Pedro Almeiras, su amor imposible, Lucrecia Sánchez, y su último cliente, Fernando Castro de Lerma.
Es este un libro altamente recomendable por entretenido y original marcado por el hecho de que en el momento de su publicación en el año 2000, con el titulo de "Linus Daff, inventor de historias" pasó bastante desapercibido y no duró mucho en las estanterias de las librerías. Poco más tarde, y según cuenta la propia autora, empezó a aparecer gente interesada en hacerse con la novela por lo que se empezó a fraguar su recuperación que ha sido posible en el 2007 gracias a la editorial Planeta.














































