jueves, 25 de febrero de 2016

El atelier de los deseos

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Sinopsis: Iris siempre ha tenido un deseo: dedicarse a la costura. Sus padres, en cambio, piensan que un buen marido es mejor que cualquier vocación y frustran su gran oportunidad. Tras años de letargo en una ciudad gris de provincias y un matrimonio igualmente gris, decide viajar a París, donde es aceptada en el prestigioso atelier de Marthe, una leyenda en el mundo de la moda que ve en ella un gran talento y se convierte en su mentora. Pero el tan ansiado sueño amenaza con convertirse en pesadilla cuando aparece Gabriel, el protegido de la despótica jefa. Entonces Iris ya no solo tendrá que luchar por construirse una nueva identidad.

Mi opinión: A pesar de que no me lo recomendaban mucho, que me decían que no era lo que parecía, decidí arriesgarme y dedicarle unos días, no todos tenemos los mismos gustos y a mi el argumento de El atelier de los deseos de Agnês Martin-Lugand me atraía mucho. Por suerte, no me equivoqué. A mi me atrapó desde el principio y me mantuvo enganchada hasta el final.
Puntuación

martes, 23 de febrero de 2016

Relato: La fiesta

El sonido fuerte y seco de los primeros petardos avisan al pequeño pueblo de que falta una hora para la misa que da inicio a la celebración del día grande de las fiestas patronales un año más.
En cada casa las familias se afanan en dar los últimos toques a su aseo personal y a las ropas nuevas. Y es que si alguien el día de la fiesta no estrena modelito puede dar por seguro que se convertirá en la comidilla de la parroquia por varios meses.
Con una perfecta sincronización que se pensaría preparada, la gente empieza a desfilar de su casa a la plazoleta que hay delante de la iglesia. Allí aprovechan para saludarse y ponerse al día de los últimos cotilleos hasta que el cura los llama al orden. La ceremonia debe comenzar. La charla puede proseguir tras el servicio y la procesión.
Se acerca la hora de la comida. Los encargados de prepararla corren a sus casas a dar los últimos toques al asado y comprobar que los bizcochos han subido bien. Para una vez al año que reciben invitados no pueden quedar mal. Mientras, el resto se reúne en el único bar del pueblo a tomar un aperitivo que les abra el apetito. No deja de ser una excusa como otra cualquiera para continuar la charla anteriormente interrumpida por el párroco.
Poco a poco el bar se va vaciando a la par que se llenan las casas. Las familias se apretujan alrededor de mesas de comedor poco acostumbradas a tener tanta gente a su vera. Hay lugares en los que los niños deben comer en una mesa aparte puesto que no caben todos en la misma.
La sobremesa se alarga durante horas. No hay prisa, hoy no hay siesta ni tareas pendientes. Se han cuidado mucho de dejarlo todo hecho para poder disfrutar del día de la patrona sin preocupaciones.
Una nueva salva de fuegos anuncia que el baile está a punto de comenzar. La orquesta está lista para hacer que grandes y pequeños muevan el esqueleto al ritmo de los éxitos del momento y algún que otro del pasado.
Los niños impacientes corren en avanzadilla hacia la explanada de las afueras del pueblo donde se han montado el escenario y una barraca que calmará la sed de los incansables bailarines que no pierden pieza.
Las horas transcurren rápidas y sin apenas darse cuenta llega la medianoche. El oscuro cielo del pueblo tan solo marcado por unas docenas de estrellas se llena de ruido y luces con los fuegos artificiales que anuncian el fin de fiesta.

Tras las despedidas con las consiguientes promesas de reencontrarse al año siguiente las familias se van dispersando cada una hacia su casa donde aún alargan un poco más la velada comentando las incidencias de la jornada.
Cansados de tanto trajín pero felices, todos duermen con una sonrisa en la boca. Al día siguiente cada cual volverá a los quehaceres y rutinas de cada día descontando, eso sí, los días que faltan para la fiesta del siguiente año.

Geno Mesa 24-01-2016

lunes, 15 de febrero de 2016

Llaveros ganchilleros

Saqué la idea de Pinterest, que sabe de todo y aunque en aquella foto venían monos, leones y no recuerdo cuanto más animalejo, hice lo posible por adaptarlos a los gustos de la gente que los recibiría como regalo. Me parecieron bastante originales y no resultaron nada complicados de hacer. Ahora que ya están todos y cada uno en manos de sus legítimas dueñas, puedo mostraros al resto mis obras.
Totoro


Bob Esponja


Barbapapá


Jiji


El monstruo de las galletas



Minion Bob

Dalek

lunes, 8 de febrero de 2016

Nadie lo conoce

Nadie Lo Conoce
Nadie lo conoce es el tercer libro de la saga de Mari Jungstedt protagonizada por Anders Knutas.
El policía ve frustradas sus intenciones de disfrutar de unas vacaciones cuando unas niñas encuentran a un pony muerto y sin cabeza.
Poco tiempo después, en una excavación arqueológica una de las chicas desaparece misteriosamente. La investigación llevará a conectar ambos hechos.
Puntuación: 

miércoles, 3 de febrero de 2016

"Chuches" japonesas

Esto de tener amigas que viajan a menudo o se van a vivir allende los mares no solo incrementa mi colección de postales sino que hace que lleguen a mis manos exquisiteces imposibles de conseguir por aquí.
Podemos empezar con un producto conocido por todos: los Kit-kat. Sí, esos también se pueden encontrar por aquí pero solo los típicos de chocolate con leche. En Japón, que es de donde vienen las "chuches" de las que os voy a hablar, hay una amplia gama de sabores a cada cual más delicioso. Estos son lo que han llegado a mis papilas gustativas :-P
En la foto de arriba, a la izquierda Kitkat de sandwich de azuki, de guindilla japonesa (pica un poquito pero muy poco) y de flan de calabaza (este lo sacan en el mes de octubre, edición especial de Halloween); y a la derecha patata dulce y tarta de queso. Los de abajo del envoltorio verde son de matcha y el rojo de fresa.
Siguiendo con los chocolates también he probado estos bomboncitos de la marca Bake de tarta de queso, vainilla y chocolate y chocolate con chocolate; los Pockys de fresa, que bien servirían también como ambientador pues huelen que da gusto, vienen siendo lo que aquí conocemos como Mikado (y los anuncia mi Nino con una gracia tremenda); además de chocolate con leche de Meiji (más conocido como "el que anuncia Matsujun") y el blanco de Dars (o "el que anuncian los Kinki Kids").
También he probado caramelos de matcha, unos masticables de fresa y otros de uva (o "de los que anuncian los Kanjani8") y chicles de Doraemon, con un sabor frutal muy rico pero que dura un suspiro.
Pasando a lo salado, esto de aquí se llama Umai bo (うまい棒) No se han matado mucho en buscarle nombre porque esto significa algo así como "palo delicioso" que es justamente lo que es. Tiene la forma de un aspito de estos que hay por los kioskos españoles pero son un poco más gordos, más consistentes y mucho más ricos. También los hay de varios sabores de los que he probado estos (siento no especificar pero no me acuerdo :-( ):
Y aquí la que es, sin duda, mi chuche favorita de todo lo que llevo probado hasta ahora. A ver, que gustar me ha gustado todo pero si tuviera que pedir una sola seguramente me pediría unas bolsitas de snack de ramen. Como en todo lo anterior, hay de varios sabores como pollo o gamba, y a cada cual mejor.