En Masaje para un cabrón, Ana R Cañil nos acerca bastante a la situación que muchas familias están viviendo en la realidad que nos ha tocado.
Tasia ha conseguido ¡por fin! un trabajo aunque solo es para cubrir una baja, en una empresa de limpieza, ella que llegó a tener su propio salón de belleza, que daba unos masajes que no tenían rival. Perdió su negocio, como está punto de perder su casa, por la mala cabeza de su marido, la mala gestión de los bancos y todas las circunstancias que rodean esta crisis que sufre todo ciudadano de a pie.
Además ha de ver como el encanto con el que se había casado muy enamorada se vuelve un alcohólico amargado y maltratador desde que está en el paro.
Y sueña. Sueña con vengarse. Con vengarse de su marido, de los bancos, de los políticos... de todos aquellos que, de una manera u otra han tenido algo que ver con la situación a la que han llegado tanto ella como la gran mayoría de sus vecinos.
Fácil de leer, entretenido y real, muy real, a veces diría que incluso demasiado...
Y sueña. Sueña con vengarse. Con vengarse de su marido, de los bancos, de los políticos... de todos aquellos que, de una manera u otra han tenido algo que ver con la situación a la que han llegado tanto ella como la gran mayoría de sus vecinos.
Fácil de leer, entretenido y real, muy real, a veces diría que incluso demasiado...