jueves, 20 de diciembre de 2007

Aire, soy como el aire ...

Pues en vista de lo visto, aquí estoy yo otra vez para pasar el paño, quitar el polvo al blog, y abrir un poco las ventanas y que se aireé, porque esto huele a cerrado que apesta.
¿Qué ha pasado desde la última vez que escribí? Pues nada raro, creo yo. El trabajo está bastante tranquilo ... ¡vaya, mira! eso sí que es raro, ahora que lo pienso y me da muy mala espina porque o no vendemos un carajo o este fin de semana va a ser brutal. Ninguna de las dos cosas es buena, no, no, no. Pero no todo se vuelve currar y currar ¿eh? La semana pasada, aprovechando el turno de mañanas y que el domingo no se trabajaba, la utilizamos para los típicos compromisos navideños. Esa excusa que se pone para salir, quedar y tomar algo con todo el mundo y más, a ser posible: "Hombre, es que es Navidad, tenemos que quedar pa tomar algo ¿no?"
El viernes, chocolatada y el sábado, cenorra. No descarto que a lo largo de estos días surja algún "compromiso" de estos más y habrá que cumplir con ello ¿no?
Por lo demás, todo igual. Seguimos parando en los mismos sitios, aunque el sábado, aprovechando la coyuntura del cenorrio, nos fuimos al Vintage, que lo teníamos bastante abandonado. Dejar constancia de que el pincha del Lobby sigue salvando la vida por los pelos, pero sigue.

Y creo que eso es todo. Los regalos de Reyes ya los tengo comprados y lo que nos ocupa ahora es el festín de Nochebuena.

¡¡Feliz Navidad!!

Ciao

lunes, 10 de diciembre de 2007

Llega la Navidad, con sabor a mazapán ...

Pero bueno ¿qué es esto que veo por aquí? Si le están saliendo telarañas al blog. Pues anda que no hace tiempo que nadie pone ni una letra aquí y parece que tengo que ser yo quien rompa el hielo.
¿Qué ha pasado desde la última vez que escribí? Pues lo primero, se me acabó la buena vida. El día 1 de diciembre volví al duro trabajo en una semana superrara en la que trabajé días de descanso y descansé días de trabajo ¡Así de peculiar es la vida en un centro comercial en plena fiebre navideña!
Por otro lado ya me estoy gastando el dinero antes de ganarlo. Que si un regalo de cumpleaños (bueno, mi compi se lo merece), los de Reyes, que luego en medio de toda la vorágine no tengo tiempo ... y lo que me queda. De momento el viernes merienda y el sábado cenorra, o sea, más pasta gansa que sale de mi bolsillo.
Y luego las "averías". A nada que nos descuidamos y estamos tod@s pa pasar por el taller de reparaciones: un pie, una garganta y una muñeca necesitan una puesta a punto inmediata ¿O pediremos unos nuevos a los Reyes Magos?
Respecto a la vida nocturna, poco ha cambiado. Un sábado no salí porque trabajaba el domingo a las 8 de la mañana (hora en la que debería estar llegando a casa, jopetas) y este último no estuvo mal si no fuera por el temporal que nos azotó en la primera parte de la noche. Planteamos seriamente la opción de quedarnos en la sidrería hasta agosto, idea que se nos quitó de la cabeza cuando dejaron de darnos sidra. El camino del Gigia hasta el Colonial fue toda una odisea (y una pingadura, jejejeje) Más tarde, y ya sin lluvia, escapé del Bulevar hasta el Lobby (el pincha se sigue librando por los pelos) y luego al Soho.
El domingo, como casi todos: de reposo. Perdió el Sporting (¡¡abajo el Canal+!!) y hoy descanso. Mañana, otra vez al tajo ¡¡ainssss!!
Pero ahora tengo que dedicar unos momentos a decorar mi casa de Navidad, que ahora va siendo hora. Una cosa es no empezar en Noviembre y otra que se pase Diciembre.
Ciao